Como malagueño, nacido y criado en Málaga, me produce mucha tristeza que «la marca Málaga», por seguir esta terminología tan al uso, para algunos sólo pueda asociarse a sol, tradición, Semana Santa y feria. Y cualquier intento de asociarla a otra cosa, como la cultura contemporánea, el cine o la tecnología tenga que ser despreciado y ridiculizado. Si apoyáramos el futuro de esta ciudad, y creyéramos en él, la mitad de lo que apoyamos su pasado, o lo defendiéramos, su futuro, la cuarta parte de lo que defendemos el equipo de fútbol, quizás algún día conseguiríamos levantarla de verdad.
Nada. Sigamos dependiendo de mirar el parte del tiempo y verlas venir para mantener la ciudad a flote. A algunos se les olvida que los seres humanos somos animales no vegetales, no necesitamos tanto raíces como camino por delante.
