He cocinado esta noche, para cenar hoy y comer mañana en el trabajo, unos macarrones con tomate que me han salido PERFECTOS. La salsa me ha quedado perfecta de sabor, la carne magníficamente picada y en su punto y los macarrones al dente. Esto es algo que difícilmente se alcanza en la vida, sobre todo por que ha sido casual. Es el plato nirvana.
Estaban tan jodídamente buenos que me los he cenado todos y no he dejado nada para mañana.
No podía dejar de pensar que si no lo hubiera hecho y muriera esta noche durante el sueño, y eso es posible, o durante el camino al trabajo, aún más probable, el último pensamiento que tendría sería “debiste cenarte todos los putos macarrones” y me sentiría como un auténtico gilipollas.
Ahora si me muero esta noche el último pensamiento será “Debí haberla besado aquel día”. Mucho más digno.
P.D. La foto la he pillado de google, sin permiso, que estoy muy loco.
Un comentario
Jajaja! que divertido eres =)