Sobre la democracía
Semánticamente, en español, se define democracia con dos acepciones:
1. f. Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno
2. f. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado.
Winston Churchill dijo de la democracia: “La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás.”
Esta frase, sacada de su contexto como toda cita, quizás define mejor mi forma de ver la democracia: El sistema menos malo. Un sistema democrático tiene la enorme ventaja de que permite al pueblo tomar ciertas decisiones. Con lo que se hace en cierta modo responsable del gobierno que ha elegido, en la medida en que éste no actúe fuera de la ley. Efectivamente un gobierno elegido puede mentir sobre su forma de gobernar, decir que tiene unos ideales y cuando consigue llegar al poder traicionarlos sin que el tiemble el pulso. Pero, en teoría, esto debería dificultar su reelección.
En fin, si un gobierno elegido engaña y le roba a sus electores, por ejemplo, el pueblo no les vuelve a votar. Esto es la teoría. Después viene la práctica, y en este sentido tenemos como ejemplo el Ayuntamiento de Marbella. Estos personajes ladrones y trápalas han sido reelegidos en, creo recordar, cuatro ocasiones desde GIL. Robaron, malversaron y llenaron la Costa del Sol de mafiosos y ladrones desde el principio. Era obvio. Pero fueron reelegidos. En Argentina, han reelegido democráticamente una y otra vez a los sátrapas que han llevado a un país entero a la quiebra y la ruina. Un país rico. Hitler ascendió al poder en una Alemania humillada y destruida con unas elecciones democráticas, y era un exgolpista convicto cuyo discurso era conocido y no ocultado. George W. Bush fue reelegido en los EEUU. Chavez en Venezuela. Berlusconi en Italia (que espero que hoy le manden a tomar por culo los “coglioni”). En Perú eligen hoy, veremos que pasa.
Creer en la democracia incluye de forma implícita, creer en el pueblo. Creer que éste puede tomar las decisiones de forma responsable y libre. Para mi esto es imposible de creer. Acepto la democracia, como mal menor, participio en ella y la defiendo y defenderé frente a otras opciones de gobierno. Pero no puedo creer en ella.
La democracia tiene como fundamento la igualdad de sus ciudadanos ante la ley, y la igualdad del voto de cada uno de ellos. Y esto es lo que la hace grande para mí, pero al mismo tiempo es lo que me aterra y me quita la fe. Porque yo soy de esos “freakies” que ante unas elecciones ve debates y lee programas electorales. Uno de esos “indecisos” por los que al parecer se pelean los grandes partidos hegemónicos. Si hasta me leí la constitución europea. Pero cuando hablamos de política veo que la gran mayoría de personas o les importa un carajo y no irán a votar – esto es triste, pero no me da miedo – o son de un color político como el que es de un equipo de futbol o cree en una religión. Este es el origen de mis miedos. Votaran a su partido, diga lo que diga, sin cuestionarlo, y lo que es mas grave sin informarse en absoluto. Da igual que sea de derechas o de izquierdas, o de arriba o de abajo. Hablo de los países democráticos, no en esos en los que la democracia es una farsa, donde la información y la libertad están secuestradas. Ese voto manipulado y desinformado, vale tanto como el de ese tío que se curra cantidad su decisión y me discute y me hace avergonzarme pensando que podría haberme informado mucho más. Como deberían sentirse, entonces, los que votan en un sentido o en otro, por un partido o por otro, sin saber siquiera qué preguntan o qué prometen.
Cerca del 80% de las personas encuestadas por el CIS, en referencia a la constitución europea, aseguraron conocer poco o nada la Constitución Europea. Y sin embargo más del 45% ya sabían qué iban a votar: lo que les dijera su partido. Esto si me da miedo. Lo fácilmente que es manipulado un pueblo que es sistemáticamente desinformado y malinformado, y que no tiene la menor intención de informarse por su cuenta pudiendo hacerlo.
Muchas personas dicen que no votan o no se interesan en la política por que no confían en los políticos. A mí no me preocupan los políticos, a estos se les ve venir, es difícil, si uno se informa, no saber de que pie cojean y que intereses (e interesados) mueven sus hilos Me preocupa el pueblo en el que reside el poder, al menos en teoría. Me preocupa su falta de educación y de información, y lo que es más su falta de interés en informarse. Yo en quien no confío es en el pueblo.
«La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección hecha merced a una mayoría incompetente». George Bernard Shaw
Deja una respuesta