Me cortan un trocito de mí.
Tengo la parte del «blog» de mi web muy abandonado… pero es que estoy falto de inspiración. Quité los post referentes al tarot, por que ya no me parecían tan buena idea.
Pero quiero contar algo porque viene a cuento con lo que siento ultimamente sobre la medicina. Este año no me he matriculado, estoy demasiado saturado y desilusionado con la medicina y lo que representa su práctica, con la Facultad de Málaga, etc. Creo que debería haber hecho esto hace mucho tiempo. Hubiera ahorrado dienro y tiempo. Pero para ilustrar mi sentimeinto de desilusión y hastío cuento una experiencia reciente:
A mediados de Abril tuve un fuerte dolor en el costado derecho.: «Varón 29 años, obeso, refiere dolor postpandrial en hipocondrio derecho con irradiación a epigastrio, nauseas, dispesia y sudoración fria… bla bla bla», un cólico biliar, mi vesícula tenia «imagen de arenilla» No me puedo quejar del trato en urgencias, fue inmejorable, ya que conocía a las residentes de guardia (compañeras en algún momento) y me trataron de lujo, «de la casa» es el término. Si hubiera sido un «civil» probablemnte otro gallo me hubiera cantado y eso que estos residentes son de los que aún están ilusionados con su trabajo e intentan siempre hacer las cosas bien, pero el sistema es el sistema.
Cuando, un mes después, mayo, llegó la consulta con el Médico digestivo que mi medico de familia me pidió, su respuesta fue clara: esto no es de digestivo, es de cirujía, hay que extirparla (me recordó al grito que solemos hacer de broma con nuestros compañeros no iniciados de «¡amputación!» frente a la menor y más tonta herida) pero tenía razón hay que quitarla, sino sólo dará problemas que podrían ser graves (peritonitis…)
Otro mes pasa, junio, antes de que tenga la consulta con el cirujano digestivo al que me mando al médico de digestivo: dos horas esperando tras una cristalera (debería decir «invernadero») para que en dos minutos y apenas sin mirarme confirmen que hay que «amputar»: me mandan análisis y preoperatorio.
Dos meses después, a finales de septiembre (en julio no habia sitio y agosto es mes de vacaciones) me realizo las pruebas preoperatorias. Que no puedo ver, porque directamente pasan a consulta. Como soy «de la casa» olisqueo mi ECG, todo bien, y bueno, la prueba de función respiratoria normal tambien. Analisis y radiografía de torax ni idea, los resultados en consulta.
Hoy mismo, 17 de octubre, he tenido uyna nueva consulta con el cirujano digestivo que hará la intervención por laparascopia. Ni idea de cómo han sido las pruebas del preoperatorio que no vi porque ni las ha mencionado, presumo que su silencio es bueno para mi. Me hace tres preguntas de protocolo, me recoge los consentimientos firmados y me entrega un papel que debo llevar a una sala adminsitrativa del hospital para entrar en lista de espera. De nuevo ha sido una hora y media esperando en la cristalera para una consulta de dos minutos en la que el médico ni me ha mirado a la cara ni me ha dicho nada, las instrucciones me las ha dado la enfermera, seca pero educada.
Voy con mi flamante papel de petición de intervención quirúrgica y me ponen en lista de espera. El uno de diciembre (mes y medio más) tengo consulta en anestesia y ya me llamarán para darme al fecha de la operación. Será en hospital de dia, es decir, entro por la mañana y si todo va bien salgo por la tarde.
Es decir han pasado seis meses desde el cólico, y aún pasaran al menos tres o cuatro hasta realizar la intervención, con suerte, en todo ese tiempo he tenido alguna molestia pero no me ha vuelto a doler. Tampoco he hecho especial hincapié en seguir una dieta adecuada, me gusta comer y comer bien, aunque mi consumo de grasas ha bajado considerablemente.
En esos seis meses habría sido probable que acabara en urgencias con otro dolor y quizás con una operación de urgencias, aun no es descartable, pero tampoco es muy probable. En cualquier caso desde hace dos meses un nolotil y dos buscapinas me acompañan allá donde voy por si las moscas.
Es un periplo, un ir y venir de una consulta a otra, incluso con un diagnóstico claro, en las que esperas incomodamente horas para que al final te atiendan a toda prisa, y nisiquiera puedes chillarle a los que te atienden por que no es culpa de ellos: Tienen que atender a todos los citados ese día antes de irse a casa y no son pocos. Y no los citan ellos. La gente se quema con ellos, y ellos con al gente, y tos quemaos.
Era sólo una ilustración de un problema médico menor, común, que expresa mi desilusión, mi desmotivación. Podría contar muchas cosas, mucho peores que esta tontería, propias, ajenas, de pacientes, de residentes. Pocas cosas pasan para las que podráin pasar.
En fin, en mi presentación podeis tachar lo de «estudiante de medicina» por lo menos este año. Y quizás definitivamente. Dependerá de si lo echo d emenos o no y de las señales en mi camino.
Bueno, hoy por fin me han dado el alta definitiva. Aunque llegúe a la consulta a las 10:40 y me atendieron a las 14:00, teniendo cita previa. Es el último episodio.
Toda una experiencia de conocimiento de nuestro sistema sanitario.
Bueno, un año después del primer cólico finalmente llegó la operación de colecistectomia laparoscópica. Cirugía ambulatoria, entras por la mañana sales por al tarde y a casa… si, ya, se trata de mí no podía ser tan fácil. Algo "falló", la pinza que sujetaba el paquete neurovascular se soltó o yo que sé, empecé a sangrar en el peritoneo y me tuvieron que reintervenir nada mas desperté de la primera anestesia para arreglar el estropicio. Seis u ocho unidades de 0- me pusieron, unos cuatro litros de sangre. Estuve cinco días ingresado en Carlos Haya, con vias, sonda y drenaje. En fin. Todo quedo en un susto. Ya estoy perfectamente.