Nosotros también somos responsables

18 de Mayo de 2011. 2030h Plaza de Puerta del Sol Madrid (Juan Luis Sánchez periodismohumano)
Foto: 18 de Mayo de 2011. 2030h Plaza de Puerta del Sol Madrid (Juan Luis Sánchez periodismohumano)

Es cierto que yo nunca he sido una persona de acción, soy un observador, está en mi naturaleza. Y esto es lo que opino y lo expreso en mi medio:

Esta crisis es la crisis de un sistema. Y nosotros, el pueblo, el demos, somos parte de ese sistema. ¿Qué hay de nuestra responsabilidad? Esto no es una dictadura desde hace 35 años. Esto no es Egipto. Nuestros líderes lo son porque nosotros lo hemos puesto donde están, o cuanto menos lo hemos permitido con nuestra indiferencia. Los culpables de esta crisis son, entre otros, los políticos que no hicieron, ni hacen, leyes para dominar el mercado, descontrolado, los bancos que concedieron hipotecas y créditos a sabiendas de que creaban una deuda que sería inasumible, y los ciudadanos que pedimos y firmamos esos créditos, esas hipotecas para toda la vida sin pararnos a pensar si realmente podríamos pagarlas si pasaba algo.

Toleramos e incluso reelegimos a líderes corruptos en nuestras ciudades porque nos hacían mirar a otro lado llenándonos los bolsillos, todo era opulencia, mientras construían ladrillo a ladrillo el muro desde el que ahora vemos el abismo.

Mientras algunos gritaban que eso era insostenible, y clamaban diciendo que otro mundo era posible, el resto se compraba coches más grandes, buscaba piso aceptando precios absurdamente inflados, y sólo salía a la calle para celebrar éxitos deportivos. Llamamos a aquellos antisistema, cuando sólo algunos lo eran ciertamente. Nos avisaron – porque nos avisaron – y nosotros enarbolamos el «no pasa nada» como lema. Y sí que ha pasado. Cuando todo se vino abajo en vez de cambiar el sistema que durante décadas nos ha llevado a esta situación, los políticos tomaron medidas para perpetuarlo dominados por el mercado, ayudados de nuestra indiferencia.

¿Y ahora que? Después de dos años, por fin, empezamos a despertar. Más vale tarde que nunca. Y sale a la calle, por fin, una generación que luchó por la democracia hace 35 años, una generación que es la actual masa productiva del país y una generación que sale al mercado ahora o en breve y que hace un mes se daba por perdida. Ya no está tan claro. Y se consigue que no se hable de otra cosa. Pero si esto no se transforma en las urnas, será un canto de sirena. Si el domingo no hay un participación masiva en las elecciones, y éstas no se entienden como algo más que el problema local de cada municipio sino como el comienzo de un cambio en el sistema, será un espejismo. Éste debe ser el comienzo de un movimiento que dure, no hasta el domingo, sino hasta las elecciones generales del 2012. O más allá. Ahora tenemos la inestimable herramienta de las redes sociales para conseguirlo.

El mensaje es claro: no votaremos a los grandes de nuevo, desarmemos el bipartidismo cainita que no nos deja progresar, hasta que vuelvan de nuevo a sus bases, hasta que se vayan los políticos del ytumás y dejen paso a los políticos que de verdad viven su profesión como un servicio al pueblo al que pertenecen. Como una forma de mejorar las cosas. Estas elecciones deben ser el comienzo de su crisis. Y el de la nuestra, una crisis de pensamiento, que nos lleve a no ser nunca más indiferentes, sino siempre vigilantes.

Nuestras opciones:

  • Abstención: No ir a votar. Si aún lo consideras una opción es que no has comprendido nada.
  • Voto Nulo: No es un voto dentro del sistema. Pero es voto de protesta. El voto se contabiliza a efectos estadísticos, pero no afecta a recuentos ni obtención de concejalías o escaños. No va a afectar a los grandes partidos. Tampoco los va a favorecer. Para votar nulo puedes utilizar una papeleta normal y escribir sobre ella o usar una papeleta de las que circulan en internet en los movimientos que propugnan este tipo de voto. O crear una.
  • Voto en blanco El voto en blanco es un voto dentro del sistema. Es un voto de protesta también. Con la actual ley electoral el voto en blanco favorece a los partidos grandes, los más votados, ya que aumenta la cantidad de votos necesarios para obtener un escaño. Para votar en blanco hay que dejar el sobre vacío. Cito de wikipedia:

    “Según la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en su artículo 96, punto 53 : «Se considera voto en blanco, pero válido, el sobre que no contenga papeleta y, además, en las elecciones para el Senado, las papeletas que no contengan indicación a favor de ninguno de los candidatos».
    En España el método de contabilización electoral es el de la Ley D´Hondt. Este sistema, a diferencia de otros como el Sainte-Laguë, distribuye de forma poco representativa -aunque proporcional- los votos. En España, el porcentaje mínimo para tener representabilidad es del 3% en las elecciones generales y del 5% en las locales. El sistema electoral, gracias a esta ley de distribución de votos, funciona por cocientes. El voto en blanco se suma al número total de votos del escrutinio, a partir del cual se calcularán los porcentajes de representación. Así, un elevado voto en blanco significa elevar considerablemente el número de votos necesarios para llegar al 3% del total, lo que dificulta la representabilidad de los partidos minoritarios.

    • Si existen 10.000 votos para un total de 7 escaños, el primer escaño se conseguiría con 1428 votos.
    • Si hay 10.000 votos a candidaturas más 5000 votos en blanco para un total de 7 escaños, el primer escaño estará a 2.142 votos (15.000/7).
    • Esos 5.000 votos en blanco no se asignan a ningún partido directamente, sino que se acumulan en los partidos más votados pues tienen más fácil acceder al cociente porcentual de representabilidad.”


    Wikipedia.

  • Aunque el voto en blanco favorece a los grandes partidos, sí se tiene en cuanta a la hora de analizar las elecciones. Hay un escenario, similar al descrito en “Ensayo sobre la lucidez” de Saramago, donde el voto en blanco es tan masivo que no permite la gobernabilidad.

    El voto en blanco y el voto nulo constituyen lo que se denomina “abstención activa” y constituyen un voto de protesta.

  • Voto a un partido no mayoritario: Elige un partido pequeño, de los que no conforman el bipartidismo, que sea razonablemente afín a tus ideas. Encontrarás sus programas en internet con total seguridad. Nada parece indicar que no vayan a gobernar los mismos, pero quizás les obligue a tener que pactar y discutir para poder sacar sus políticas en vez de enfrentarse entre ellos sin solucionar nada.
  • Voto a un partido mayoritario: Puedes votar a uno de los grandes. Todo seguirá igual si es lo que quieres.

    Para mi no es tan importante lo que se pida en las acampadas, concentraciones y manifestaciones. Son muy heterogéneas y convergen muchas ideas. Ya habrá tiempo de discutir y ponerse de acuerdo. Lo importante es el llamamiento al voto responsable y al fin de la indiferencia política del pueblo, al voto pensado más allá de pertenecer a un partido político como el que sigue a un equipo de fútbol. Defender los colores a ultranza, hagan lo que hagan, no es una buena opción en una democracia representativa.

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